Aunque una cabeza pequeña puede ser una ventaja, el esfuerzo sigue siendo la clave para obtener el mejor resultado, tanto con como sin reguladores. No hay atajos para lograr los resultados deseados, sea cual sea el tamaño de la cabeza.
La máquina de afeitar es de plástico y parece un juguete. Afeitarse con ella es doloroso, ya sea porque causa irritación a la piel o porque a veces arranca el pelo en lugar de cortarlo.
La calidad de este cortapelos no es la usual, ya que me quemaba la piel varias veces al usarlo. Esto es particularmente preocupante cuando se usa en áreas íntimas. Por tal motivo, me veía obligado a enfriar el cabezal de corte con agua con demasiada frecuencia.
Por alguna razón, ya no pude recargar mi navaja. No parecía ser un problema con la fuente de alimentación, pues mi primera maquinilla de afeitar, adquirida hace seis años, aún se carga con ambas opciones.
No hay ninguna mejora en la eficacia para afeitar la pieza en blanco, incluso después de visitar el lugar 10 veces. Estoy muy desilusionado con este producto porque no logra cortar.