Hemos estado usando esto por unas semanas y nos ha resultado muy sencillo de usar. La primera vez puede ser un poco complicado, pero una vez dominado el manejo resulta fácil. Es una excelente opción para dejar de freír con aceite.
Limpiar la rejilla es una tarea difícil si se aplican productos grasos. La pintura se desprende con facilidad y después de unos diez usos comienza a oxidarse la cesta.
Esta freidora sin una pala interna para remover los alimentos, hará que tengas que estar constantemente utilizando una cuchara de madera para asegurarte de que todos los alimentos se tostarán por igual. A pesar de que se anuncia que cuenta con una rejilla regulable en el cestillo para poner alimentos en dos pisos, esto resulta imposible, ya que solo puede sostenerse en la posición baja.
No sé si es algo común, pero hace un ruido atronador. Parece que se esté preparando para el despegue de un avión. Una de las patas no cuenta con una goma en su extremo, lo que la deja inestable. Si le das demasiada fuerza al reloj, no puedes retroceder el tiempo, ya que no gira hacia el sentido contrario.
Después de 40 minutos intentando freír patatas compradas ya peladas, la experiencia resulta decepcionante. Las patatas quedan quemadas en algunas esquinas y crudas en otras, a pesar de que he movido el contenido cada 10 minutos. Tras haber invertido tanto tiempo en preparar un plato tan sencillo, la cantidad de patatas procesadas es menor a la mitad de la capacidad. Por ello, probaré de nuevo con el mismo producto y si sucede lo mismo, procederé a devolverlo.