El gas siempre tendrá un olor sutil, sin ser desagradable, debido al aditivo quemado que se añade por seguridad. Con el aire acondicionado, no hay aroma, pero sí el sonido del aire en movimiento.
Esta estufa calienta mucho, además de no ser fea. Si se siguen las instrucciones, enciende a la primera. Tiene tres niveles de potencia, lo recomendable es ponerla a máximo para alcanzar la temperatura deseada y luego bajarla a media potencia. El gas butano resulta mucho más económico que la energía eléctrica y no genera olores molestos.
Es fácil de prender, tiene un bajo consumo de butano, un alto poder calorífico, y una apariencia excelente. Además es fácil de transportar alrededor de la casa. La seguridad es garantizada, ya que se apaga automáticamente cuando detecta un aumento de dióxido de carbono.
Es necesario tener mucho cuidado al usar gas en recintos cerrados, ya que puede ser peligroso. A pesar de que la estufa promete tener un sensor de calidad del aire para apagarla automáticamente, es recomendable que no descuides la seguridad al usarla.
Al principio había un olor a gas, pero luego desapareció. Esta calefacción funciona muy bien y proporciona un calor suficiente en la habitación. Para asegurar una distribución óptima del calor, he colocado una rejilla de ventilación en la puerta del balcón. Ahora, la estancia está bien caliente.