Los auriculares AKG son conocidos por su calidad y este par se destaca entre ellos. Aunque sea un poco más pesado que el K240 Studio, aún resulta cómodo de usar. Esta marca es sinónimo de calidad, por lo que este par de auriculares no decepciona.
Son unos auriculares importantes, porque son muy ligeros y prácticamente no se sienten una vez puestos. Los he utilizado con mi amplificador de guitarra eléctrica y para ello me han resultado perfectos.
Los auriculares cuentan con un buen sonido, sin embargo su construcción se encuentra en gran parte hecha de plástico, haciéndolos frágiles. Están sujetos a una banda de cuero con lijas, lo que los hace aún más frágiles.
A pesar de que el precio es alto para el producto, tuve que comprar un estuche y un cable más corto extra, sin contar que no vienen con almohadillas de repuesto. Lo que es más, estos productos no son fabricados en Austria sino en China.
No me parece una marca especialmente destacable. Solo es suficiente para controlar los auriculares en el estudio. No hay nada especial que destaque de esta marca, en comparación con otras marcas para DJs o para disfrutar de tus canciones favoritas.