Este cochecito, de diseño italiano, destaca por su gran calidad. Al abrirlo, se aprecia la diferencia con otros modelos clásicos. Está equipado con ruedas grandes para una mayor estabilidad, algo propio de los cochecitos nórdicos.
Los materiales son excelentes, pero el color junto con el marco negro no resulta atractivo. Existen dos inconvenientes: el transporte presenta pequeñas partes separadas en el marco, y agregar la almohada es difícil debido al tamaño reducido del bebé.
Los neumáticos no me agradan dado que se sienten como estar llenos de goma o plástico duro, lo que les otorga una rigidez considerable. Por su parte, la suspensión delantera también es bastante firme.
Las ruedas traseras tienen un grosor considerable, sin embargo, no afecta la movilidad del carrito. Las ruedas delanteras se pueden girar con fluidez, por lo que es muy fácil de manejar.
El freno de este cochecito es una característica ingeniosa: presionando hacia abajo en el lado derecho se consigue que se quede parado, mientras que haciendo lo mismo en el lado izquierdo se activa y el cochecito vuelve a circular.