A pesar de que las opiniones entusiastas basadas en unos pocos días de uso pueden resultar tentadoras, hay que tener mucho cuidado al comprar algo de plástico, ya que es frágil. Yo misma compré un horno y, después de un uso cuidadoso, el plástico se desmoronó y el horno se volvió inutilizable. ¡Qué decepción!
Durante un tiempo, este electrodoméstico funcionó satisfactoriamente, no obstante, la baja calidad de sus materiales hizo que, en un momento dado, una pieza se rompiera. Esto hacía que fuera necesario presionar un botón para que funcionara, algo que resulta inaceptable puesto que el producto no llegó ni a los 9 meses sin que hubiera posibilidad de devolución o sustitución.
Después de usar la bandeja de plástico alrededor de 4 o 5 veces por semana durante 4 meses, la parte importante de ella se deshizo lo que impide que se cierre y probablemente hay trozos de plástico quemado en mis últimas comidas. A pesar de que cocinaba la comida correctamente, esto resulta inaceptable.