No imaginaba usarlo tan frecuentemente, sin embargo ahora se ha convertido en una parte integral de mi rutina diaria. Desde saltear vegetales hasta productos congelados y pan recién horneado, ¡nunca me defrauda!
La freidora es una maravilla. Se tarda mucho menos tiempo en cocinar con ella que con un horno convencional. Los alimentos conservan su sabor por igual, ofreciendo una experiencia de cocción única.
Este aparato es increíblemente fácil de usar. Tiene dos perillas que indican el tipo de plato a preparar y el grado y tiempo de cocción. Además, es muy sencillo de limpiar. Yo suelo usar papel pergamino para prevenir la suciedad.
Estaba un poco escéptica al respecto, pero resultó ser la mejor adquisición del año. No sólo es estéticamente bonito y práctico, sino que se fríe completamente crujiente y seco sin necesidad de usar aceite (aunque la recomendación es usar una cucharadita). ¡Es excelente! Puede servir hasta para dos raciones.
Es una excelente opción para cocinar para dos personas. Su programa es fácil de utilizar y se limpia con facilidad utilizando una esponja y detergente. Está bien cocinado y es perfecto para aquellos que necesitan una pequeña cocina para dos.